Entrevistas Cerveceras. ‘Cervezas Arriaca’

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Retomamos después del verano una de las secciones que teníamos un pelín abandonadas en el blog, como es el de las entrevistas para conocer quién está detrás de alguno de los proyectos cerveceros que irrumpen en el panorama nacional. En esta ocasión nos hemos trasladado hasta Guadalajara donde está la sede de ‘Cervezas Arriaca’

¿Quién o quiénes estáis detrás de Cervezas Arriaca?

El germen del proyecto de Cervezas Arriaca nació de un grupo de amigos amantes de la cerveza y que actualmente conforman José Ángel Santiago, maestro cervecero y también psicólogo, y los hermanos Pedro Luis, Jesús y Roberto León, con experiencia en la gestión y dirección empresarial.

¿Cuándo, cómo y por qué os decidisteis a apostar por la fabricación de cervezas?

El origen hay que encontrarlo hace muchos años en el hobby que, no exento de pasión, tenía José Ángel en la elaboración, casera, de cerveza. Nos fue pasando el gusanillo a los demás y poco a poco fuimos construyendo un equipo de pruebas para seguir elaborando distintos tipos de cerveza. Y la idea de la profesionalización y de salir al mercado fue madurando. Tuvimos la oportunidad de entrar en contacto con el mundo profesional de la cerveza artesana y finalmente tomamos la decisión de convertir el hobby en un negocio que hoy,  tras muchas horas de trabajo y enorme esfuerzo personal y económico, es una realidad. 

Explicadnos el porqué de vuestro nombre (significado) y un poco su origen.

La cerveza artesana es algo que está habitualmente vinculado al lugar donde se elabora y nosotros queríamos que así fuera, por lo que el nombre lo tuvimos bien claro. Arriaca fue un asentamiento celtíbero que antaño dio origen a la ciudad de Guadalajara y que hoy da nombre a nuestra cerveza. De hecho, muy cerca de donde hoy tenemos la fábrica y donde se encuentran abundantes campos de cereal se sitúa históricamente el emplazamiento de la antigua Arriaca.

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 ¿Qué tipos de cervezas elaboráis, dónde lo hacéis y qué producción sacáis al mercado?

Contamos con una gama varietal de cuatro cervezas: Rubia, Trigo, Doble IPA e Imperial Porter. Hemos querido que todas ellas, cada una con sus características, sean muy bebibles y de calidad, abarcando gran parte del espectro cervecero, con algunas de ellas que pertenecen al conjunto, por así decirlo, más común de consumo y otras que cuentan con mayor complejidad (Doble IPA e Imperial Porter). Todas ellas poseen una excelente predisposición para el maridaje gastronómico: la Rubia, para ensaladas de verano, verduras y platos picantes; la de Trigo, con marisco y quesos suaves; la Doble Ipa, con carnes rojas, asados, caza, quesos fuertes o patés; y la Imperial Porter, con postres.

Siguiendo con ese vínculo y guiño a la tierra, nuestra fábrica se encuentra ubicada en un polígono industrial de la localidad de la que somos oriundos: Yunquera de Henares. Es una nave de 700 metros cuadrados,  con un equipo de elaboración de 25 hectolitros por cocción y una capacidad de fermentación de 200 hectolitros.

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¿Cómo veis actualmente el panorama cervecero en Castilla-La Mancha?

Castilla-La Mancha es un referente en la elaboración de cerveza artesana. Aquí se encuentran algunas de las más marcas importantes y más antiguas de toda España, sobre todo en la zona de Toledo. Por norma general, tenemos muy buenas cervezas en la región. Guadalajara era la única provincia de las cinco de Castilla-La Mancha en la que aún no había una microcervecería y ahí hemos abierto camino nosotros.

¿Alguna novedad de cara al futuro?

Algunas de nuestras máximas son el continuo reciclaje y la creatividad. Siempre estamos investigando acerca de nuevos procesos, recetas nuevas, ideas nuevas y, claro que sí, algunas tenemos en mente. Por ejemplo, en ese futuro tenemos intención de sacar al mercado una cerveza con un toque de miel. Por supuesto, miel de la Alcarria.

Contadnos algunas anécdotas que hayan vivido durante este proceso cervecero

Como, suponemos, en todo camino de un gran proyecto, se podrían contabilizar cientos de anécdotas; empezando por aquel inicio amateur  en los que gastábamos gran parte de nuestro ocio de fin de semana en juntarnos en una nave en desuso, para elaborar cerveza en ingeniosos equipos diseñados y construidos por nosotros mismos.

Con mucho cariño recordamos nuestro paso por un concurso de cerveceros caseros organizado en Madrid en 2013, donde tuvimos el honor de conocer a un jurado compuesto por los más importantes maestros cerveceros artesanos del país.

Pero anécdotas, como decimos, hay muchas. Alguna continúa, como los infinitos ‘bautismos’ a la Doble IPA. Nos han pedido una Doble ITA, una PITA, una PIPA y hasta una IPAD…

 

 

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