Hoy entrevistamos a los emprendedores del proyecto Helheim hidromiel. Históricamente la hidromiel está muy relacionada con la cerveza y es considerada por muchos, su precursora. A diferencia de la cerveza que es una fermentación con diferentes granos de cereal, la hidromiel emplea las levaduras para fermentar miel, obteniendo una bebida natural, dulce y de graduación media muy atractiva de aspecto y sabor.
¿Quién o quiénes estáis detrás de ‘Helheim’?
Actualmente los que estamos trabajando en el proyecto día sí y día también somos Alexander Prosenkov M.D, que se encarga de todo lo que es elaboración, prototipos, mantener cepas de levaduras, etc y yo, Samuel Althaus, que estudio ingeniería informática, y me encargo de todo lo que es la estrategia, números, negociaciones, etc. De todas formas hemos recibido mucha ayuda de Sergio Suárez, ilustrador que ha diseñado toda la imagen corporativa y también por parte del CEEI, que supervisa nuestro proyecto.
¿Pero no erais 3?
Así es, sin embargo, por causas personales, uno de nuestros compañeros ha tenido que retirarse del proyecto.
¿Cuándo, cómo y por qué os decidisteis a apostar por la fabricación de hidromiel? ¿ qué tal la aceptación del producto?
Pues todo empezó por mera curiosidad, oímos hablar de la bebida y nos decidimos probarla, pedimos 2 o 3 marcas nacionales, pero cada cual era peor que la anterior, así que, poco convencidos por los resultado, pedimos una botella a Alemania y otra a Inglaterra, definitivamente se parecían como un huevo a una castaña.
Así que empezamos a probar. Mi compañero ruso nos trajo desde su ciudad natal un antiguo libro, reeditado en 1903 (fecha que figura en la etiqueta), donde aparecían más de 200 recetas de hidromiel. Tradujo algunas recetas y nos pusimos manos a la obra. Definitivamente, conseguimos algo que no tenía nada que ver con lo que habíamos probado en territorio nacional y pensamos que debíamos compartirlo (no somos egoístas), así que lo hicimos, y pronto se extendió, pronto pasamos de 5 a 15 litros, y después a 45.. y bueno, aquí estamos.
Explicadnos el porqué de vuestro nombre, su origen….
Nuestro nombre -Helheim- se basa en la mitología nórdica, siendo uno de los 9 reinos. El reino de los muertos, en la parte más profunda de la raíz del Yggdrasil, gobernado por Hela, hija de Loki, donde iban los criminales y aquellos que no habían alcanzado el Valhalla. Donde nunca brilla el sol.
Cuando lo buscamos queríamos algo nórdico o celta, ya que nuestros orígenes lo son y nos encanta toda la mitología que hay alrededor, en este caso nos decantamos por la nórdica, nos gustaba más la sonoridad, y no queríamos los típicos (Valhalla, Asgard) y a su vez, buscábamos algo sobrio, por lo que finalmente nos decantamos por este mundo tan desconocido que creemos que debe empezar a conocerse un poco más.
¿Qué dificultades (si las ha habido) estáis encontrando en la creación del producto y la empresa?
La mayor dificultad por el momento es que la gente no conoce realmente lo que es el hidromiel, a menudo piensan que es agua con miel mezclados como un zumo o una cerveza o licor con miel. Realmente sí es una mezcla de agua y miel, pero es una bebida alcohólica, como cualquier otra fermentada.
Otra de las dificultades es el equipo, es complejo en estas fases conseguir un equipo dedicado que se tire muchas horas como nosotros sin remuneración a corto plazo, aunque eso no se le puede echar en cara a nadie por supuesto.
Por último, y no menos importante, el tiempo que hemos estado estudiando el proyecto, hemos tenido que estudiar a su vez múltiples materias como economía, marketing, logística, etc. Que nos ha llevado mucho tiempo y esfuerzo, pero por otro lado, también nos ha dado una base con la que trabajar. Ahora pensamos que ya estamos preparados para avanzar al siguiente nivel.
Os encontráis en fase de estudio de mercado en colaboración con el CEEI y como emprendedores presentáis en Asturias Investor’s Day, sin embargo Helheim ya está en el mercado con cierta trayectoria….
Así es, este mes terminamos los estudios de mercado, hemos comenzado con la precampaña de salida. Nuestra trayectoria viene básicamente de eso, probar que gusta a la gente que está dispuesta a pagar y qué público es al que más atractivo le resulta nuestro producto. No ha sido fácil, pero creemos haber hecho un estudio muy completo, por eso nos hemos decidido finalmente a salir al mercado este mes y empezar con una producción sería, y dejar todo en orden. Ya hemos comenzado con los trámites legales que nos quedaban y tan pronto los finalicemos, empezaremos a vender.
¿Dónde elaboráis vuestra hidromiel y qué producción sacáis al mercado?
Hasta el momento, la fabricábamos en Navia, hasta 180 litros, sin embargo, finalmente nos hemos decidido a establecer la fábrica en Gijón y empezar con una producción de 1200 litros. Gijón tiene la ventaja de estar bien comunicada, a los distribuidores de materia prima no les resulta un problema y a nosotros nos facilita enormemente las labores de distribución así como cualquier papeleo que queramos hacer.
¿Habéis pensado ya alguna novedad más de cara al futuro?
Por supuesto, siempre tenemos alguna idea que aplicar. En este caso estamos desarrollando varias variedades nuevas, empezaremos a comercializar cuernos para beber y algunas sorpresas que iremos revelando en breves.
Eso, sin contar algún evento que tenemos en mente hacer. Una cosa que siempre comento, es que estoy deseando hablar con otros productores españoles de hidromiel, y crear un evento a nivel nacional donde nos reunamos todos durante un par de días y demos a conocer la bebida, como pasa con la cerveza.
Contadnos alguna anécdota de vuestra trayectoria
Siempre nos encanta recordar entre risas, que nuestra inversión inicial fue de tan solo 20 €, partimos con eso, un simple billete, pronto vimos que funcionaba y bueno, ese billete se ha convertido en 180 litros.
Una anécdota.. Puff, al principio éramos un desastre. Una vez para probar, hicimos un pequeño lote de 5 litros en el típico envase de plástico de agua, el caso es que no teníamos válvulas (ni siquiera sabíamos de aquella como funcionaban) y no nos quedaba tubo alimentario para sacar el Co2 sin que se indujese aire, por lo que improvisamos, cogimos un preservativo, lo agujereamos y venga, a fermentar. Cuando terminó lo probamos, el vodka era más suave, sabía a puro veneno, pero lo embotellamos a ver si con el tiempo mejoraba un poco, por probar no perdíamos nada. Total, a los 3-4 días, nos estallaron todas las botellas y nos dejaron una curiosa obra de arte en el techo del pasillo, de eso hace 2 años y medio, ¡y ahí sigue la marca!
Birrapedia – Helheim Hidromiel